Las rutinas ayudan al bebé a saber qué es lo que ocurría en un momento determinado, además de ayudarle a entender la diferencia entre la noche y el día, algo muy importante para su descanso. Y si el bebé duerme bien, los padres también podrán descansar más y mejor.
Los hábitos como las rutinas son básicas a lo largo de los primeros años de desarrollo, especialmente entre los 0 y 6 años de edad, aportan al equilibrio emocional de los niños y permiteformar personalidades estables.
Por qué son importantes las rutinas
Los bebés aprenden a saber qué vendrá después: son cómodas y les ayuda asentirse seguros con estabilidad emocional. Sabrá y aprenderá cuando le toca comer, dormir o jugar.
Aprenden a confiar en el cuidado de los adultos, porque ellos les proporcionan lo que necesitan en el momento indicado. Esto desarrolla su capacidad de confiar y relacionarse con los demás.
Organizan el día y permiten a los cuidadores saber cuándo tendrán un momento libre o cuándo le dará hambre al bebé.
Las rutinas ayudan a conllevar mejor los cambios. Si tiene que cuidarle otra persona, pero esta sigue la rutina, le será más fácil.
Cómo formar una rutina diaria
Observa y conoce a tu recién nacido los primeros 2 meses. Luego, ayúdalo amantener ciertos hábitos en sus horarios. Por ejemplo, si notas que los días que no duerme en la mañana o que come muy tarde, está de más mal genio o inquieto, ayúdalo a que no suceda seguido.
El aprendizaje del bebé se basa en la repetición. Aquí algunas ideas o hábitos que puedes realizar todos los días para formar una rutina para tu bebé y toda la familia:
Baño antes de dormir.
Horarios estables para comer.
Misma fórmula para hacerlo dormir (cantarle, leerle un cuento, etc).
Horario de sueño.
Paseos regulares a la misma hora.
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