Antes de ser mamás, nos pueden describir con lujo de detalles la maternidad. Incluso llevamos cursos y leemos libros para llegar mejor preparadas para ese momento. Unas sentimos que ya sabemos a lo que vamos, otras estamos llenas de dudas y no sabemos si seremos capaces. Sea cual sea la situación, la verdad es que nada ni nadie nos puede describir cómo es la maternidad en realidad.
Ese amor tan grande y puro del que todos hablan, no lo entendemos hasta que lo vivimos nosotras mismas. Para describir ese sentimiento, las palabras se quedan cortas. Y es justo por eso que la maternidad es imposible entenderla hasta que la vivimos. Porque es justo ese amor la base y motor de la maternidad.
Cuando sentimos que ya no damos más y el cansancio nos gana; cuando la paciencia queda corta; cuando las dudas se apoderan de nosotras y el miedo nos invade. Es ese amor, indescriptible por naturaleza, lo que nos da la fortaleza para seguir adelante. Para levantarnos y funcionar a pesar de solo tener dos horas de sueño; para repetir lo que sea necesario una y mil veces. Y, a pesar de las dudas y miedos, seguir dando lo mejor de nosotras día a día.
Porque cuando vemos esos ojitos, tomamos esas manitos, y nos dan esa sonrisa, todo el cansancio, esfuerzo y desgaste pasan a segundo plano. Nos damos cuenta de que sí podemos. Que somos más fuertes de lo que creemos y más capaces de lo que jamás imaginamos. Y todo por ese amor tan grande y puro que nos transforma en el momento en que nacemos como mamás.
Alicia Uribe (@mamade6.blog) es socia de Nanne & Nicky (@nanneandnicky), una compañía de ropa echa a mano para los más pequeños.