La falta de sueño o de tiempo para compartir con tu pareja, los desacuerdos sobre las tareas del hogar, no tienen porque ser un gran problema, pero una vez que estás 'en ello', te das cuenta de cuánto puede afectar estos aspectos incluso a la relación más fuerte.
Tampoco ayudan las representaciones idílicas de la paternidad en las redes sociales, pueden hacernos sentir que somos los únicos padres discutiendo sobre las tareas del hogar mientras que todos los demás están en plan #creandorecuerdos.
las discusiones entre padres son normales
Sin embargo, es importante recordar que las discusiones en una relación después de tener un bebé no significan que seáis una mala pareja o una mala madre o padre, y, por supuesto, tu caso no es el único. De repente te encuentras con la enorme responsabilidad de tener un bebé y no es sorprendente que eso cambie la dinámica incluso en la relación más sólida.
Hemos hablado con tres padres sobre cómo sobrevivieron a los tiempos difíciles y salieron reforzados de la experiencia.
reconoce tus diferencias
“Éramos una pareja muy fuerte, llevábamos juntos una década y los dos queríamos a nuestro bebé. Por lo que no podíamos creer todas las discusiones que tuvimos en ese primer año".
Tener problemas de relación tras la llegada del bebé era un tema recurrente en nuestras clases prenatales, pero no hice mucho caso al respecto, dice Jess, mamá de Jackson, de tres años. “Éramos una pareja muy sólida, habíamos estado juntos una década y los dos queríamos a nuestro bebé. Así que no podíamos creer todas las discusiones que tuvimos en ese primer año" continúa, "Diría que tardé hasta que Jackson tuvo 11 meses en darme cuenta de que las diferencias en el modo de comunicarnos eran lo que más problemas causaba. Yo expreso muy abiertamente mis sentimientos, mientras que mi marido, Tom, es muy reservado, y aunque nunca antes había sido un problema, ahora nos estaba separando. Lo criticaba todo el tiempo, estaba triste y me comportaba de modo pasivo-agresivo. Fue muy triste darnos cuenta de que habíamos creado juntos una personita a la que ambos queríamos tanto, pero sin embargo, casi no había afecto entre nosotros.
Una vez que nos dimos cuenta de esto, las cosas mejoraron mucho. Puse más esfuerzo en mantener la calma y pensar antes de criticar a Tom, mientras que él se esforzó en ser más comunicativo y decirme cómo se sentía. No fue un proceso rápido, pero diría que para cuando Jackson tenía poco más de un año las cosas habían mejorado mucho y, aunque es un cliché, creo nuestra relación se reforzó después de haber pasado por eso.
Aunque no hay una solución universal en lo que respecta a las relaciones, diría que nos ha ayudado mucho a trabajar en equipo.
la crianza no es una competición
Estaba escuchando la radio un día cuando Zoe era una bebé, y se mencionó el término "crianza competitiva". No lo había escuchado antes, pero me abrió los ojos por completo, dice el papá de Zoe, Javier.
Mi esposa, Christine y yo queríamos criar a Zoe de manera conjunta, pero debido a que teníamos diferentes prioridades y enfoques, no hacíamos más que discutir Christine me echaba en cara que cuando estaba a cargo del bebé, no me preocupaba del resto de tareas de la casa, lo cual era injusto para ella, pero sus críticas me parecían excesivas, dado que cuando estaba sola con el bebé, yo no la presionaba para que 'hiciera' nada más y, en realidad, a menudo le preguntaba cómo estaba, si podía ayudarla, etc Llegamos a un punto en que ambos terminamos compitiendo a ver quién había trabajado más: Que si yo había lavado, que si ella se había levantado varias veces a lo largo de la noche para darle de comer… y así sucesivamente. Una vez nos dimos cuenta de que estábamos enfocando la crianza desde la competitividad, todo mejoró. Acordamos centrarnos más en lo que se le da bien al otro en cuanto a la crianza de nuestra hija, en lugar de en qué necesita mejorar y, aunque no hay una solución universal en lo que respecta a las relaciones, diría que nos ha ayudado mucho a trabajar en equipo.
cambia tu entorno
Parece muy normal quejarse por las tareas domésticas, pero son un verdadero punto de conflicto en nuestra relación y sé que también están en muchos de mis amigos, dice Katherine, mamá de Lewis y compañera de Sian. "Deben hacerse para mantener un hogar en funcionamiento, pero cuando ambos trabajan, hay discusiones constantes sobre quién debería haber hecho qué y eso simplemente te abruma".
Lo que nos ayudó fue realizar planes fuera de la casa tantos como fuera posible. Esto incluye noches de pareja donde solo salíamos Sian y yo para ir a cenar o al cine, pero también diría que escaparnos los tres ha tenido un gran efecto en nuestra relación. Ver a nuestro niño pequeño crecer y divertirse, sin preocuparnos por las deudas, tareas, arreglar fugas y pagar facturas, incluso salir durante un largo fin de semana, ha sido crucial para mantenernos felices, relajados y sintiéndonos positivos ".
Todas las relaciones se enfrentan a dificultades y, a menudo, son superables, pero si sientes que tu y tu pareja podríais beneficiaros de la orientación profesional de las relaciones, es posible que te pueda venir bien probar la ayuda de un terapeuta familiar. Busca en internet o solicita a tu médico de cabecera recomendaciones en tu zona.