No te preocupes, este comportamiento no es nada malo ni grave. Un bebé recién nacido tiene las uñas demasiado delgadas y afiladas, por lo que es común que, mientras duerme o con algún movimiento reflejo, termine rasguñándose la cara.
A eso hay que sumarle el hecho de que la piel de los pequeños es muy sensible y delicada, por lo que las marcas podrían ser más profundas. Aunque puedan parecer gruesas y tarden en cicatrizar, ten la tranquilidad de que estas marcas son superficiales y que, una vez que se curen, no se notarán más ni quedará marcada una cicatriz.
Qué podemos hacer
Más allá de que no es motivo de preocupación ni nada por el estilo, con certeza querrás evitar que tu bebé se rasguñe la cara mientras duerme. Aquí algunas medidas que pueden ayudar:
Algunos padres optan por ponerle guantes o mitones de algodón.
Otra opción es comprarle ropa que incluya una prolongación en las mangas.
Por otra parte, otro recurso para niños menores de dos meses sería envolverles en una manta delgada cuando duerme, lo que le imposibilita mover los brazos.
También hay quienes le cortan las uñas a los bebés para que no se rasguñen. Ten en cuenta que un mal corte puede dejarle las uñas aún más filosas y así provocar una infección, o incluso una herida, por lo que te recomendamos usar una tijera especial para recién nacidos o pasarle una lima suave.
Si tu bebé se rasguña bastante seguido por más de que le cortes o limes las uñas, tendrás que lavarle muy bien las manos y la cara con agua tibia y jabón neutro o con una toallita húmeda WaterWipes, para evitar que se infecten los cortes debido a algún microorganismo que queda alojado en las uñas. Además, hidratarás la piel para que los rasguños no sean tan graves y cicatricen más rápido.