Arrow to expande the menu options
tips-conviertas-papa
padres

tips para cuando te conviertas en papá

2 minutos

Si estás a punto de convertirte en papá por primera vez, es muy probable que tu mente se acelere pensando en todo lo que te espera.

 

La emoción por el nacimiento de tu nuevo hijo a menudo también se mezcla con algunos nervios. ¿Tu pareja estará bien durante el parto? ¿Tu hijo va a estar sano? ¿Cómo lidiarás con esas noches de insomnio cuando también tienes que cuidarlo todo el día? ¿Qué tan fácil será relacionarte con tan niño una vez vuelvas a trabajar?

Habla sobre tus miedos

No hay un manual que te pueda enseñar como ser el padre perfecto. Y, si bien se alienta a las mamás a hablar sobre sus preocupaciones y luchas, a veces se puede pasar por alto a los papás. Esto da como resultado que los hombres puedan sentirse menos inclinados a hablar y dar a conocer sus sentimientos, y por lo tanto, más inseguros. Después de todo, en comparación con lo que pasan las mujeres: dar a luz, amamantar, etc., ¿son las preocupaciones de los futuros padres gran cosa?

 

Sí, si lo son.

 

Ambos padres tienen la misma importancia en la unidad familiar, así que si hay algo que te molesta, no tengas miedo de admitirlo. Para ayudarte en tu camino, hablamos con algunos papás sobre sus experiencias como padres por primera vez y les consultamos cómo lidiaron con las adversidades que se les presentaron.

Primera vez en la sala de partos

"Hubo momentos durante el parto en los que me sentí totalmente inútil", dice Jaime, padre de José de tres años. "En un momento mi esposa tenía tanto dolor que no pude ayudarla en absoluto. La realidad es que no había nada que pudiera hacer o decir para que se sintiera mejor".

"Todo el personal de la habitación tenía algo que hacer y yo estaba parado allí sintiéndome incómodo. Sin embargo, las parteras necesitaban saber qué se había hecho antes, así que me hicieron preguntas como: cuándo se le había roto la bolsa y a qué hora habíamos llegado al hospital, y me sentí muy bien de haber podido colaborar al menos en este frente".

"Después de que mi esposa tuvo una epidural, las cosas se calmaron y pude llevarle bebida o cualquier otra cosa que ella necesitaba en ese momento. Luego, cuando llegó el momento de pujar, le di mucho aliento, diciéndole lo bien que lo estaba haciendo y lo cerca que estaba de terminar. Cuando nuestro hijo finalmente llegó, nunca me había sentido tan aliviado. ¡Y tampoco podía creer cuánto se parecía a mí! Fue la sensación más extraña, pero la que más me emociona cuando lo recuerdo", concluye Jaime.

Convertirse en un padre que se queda en casa

"Cuando mi esposa quedó embarazada de nuestra hija Eva, no había pasado mucho tiempo desde que ella había ascendido de puesto en su trabajo" dice papá, Antonio. "Yo, por otro lado, estaba buscando un cambio de carrera después de haber pasado años en un puesto mal pagado y que no disfrutaba. Ninguno de nosotros quería enviar a Eva a una guardería si teníamos la opción. Por lo tanto, considerando nuestras circunstancias, decidimos que yo sería el padre que se quedaría en casa una vez que el permiso de maternidad de mi esposa se terminara".

"Comencé a ponerme realmente nervioso en el período previo a que mi esposa volviera al trabajo, principalmente por el dinero, esto implicaba que tendríamos que vivir con menos de lo que estábamos acostumbrados. Ahora somos más conscientes del presupuesto pero es manejable. Reducimos 'lujos' de los que se puede prescindir fácilmente (como los canales de televisión pagados y la comida a domicilio) para asegurarnos de que tenemos suficiente dinero para lo esencial, así como para tomarnos algunos días libres y al menos unas vacaciones decentes al año. Y si bien a veces sigo preocupado por el tema presupuestario, solo recuerdo cuánto tiempo de calidad paso con mi hijo y rápidamente recuerdo mis prioridades", dice Antonio.

Perderte etapas del crecimiento de tu hijo

"Me fue difícil manejar que me estaba perdiendo ver crecer a nuestro hijo Jorge", dice papá Carlos. "Pasaba un rato con él por la mañana y al salir de la oficina corría a casa para bañarle y acostarle pero no parecía un momento de calidad. Era difícil ser honesto sobre esto con mi esposa, ya que estaba exhausta y no quería darle mas preocupaciones. Sin embargo, una vez lo mencioné y ella se sintió aliviada de que me sintiera así y de que quisiera pasar más tiempo con él".

"Ahora los fines de semana es importante que pase tiempo solo con mi hijo. Tengo un asiento en la parte delantera de mi bicicleta para que él pueda pasear conmigo, así que eso es lo nuestro y es genial. También trato de tomarme un día libre cada quince días, que es 'el día de papá y Jorge'. Todas estas acciones me han ayudado mucho a sentir que juego un papel más activo en la vida de nuestro hijo", cuenta Carlos.

Ser papá es una experiencia increíble, pero eso no significa que no venga con una buena cantidad de presión, cansancio y estrés. Así que si tienes alguna preocupación, no estás solo. Comunícate y recuerda que las preocupaciones nunca son un signo de debilidad, solo muestran que te importa.

sigamos en contacto

nombre
apellido
correo electrónico