Sobre la epidural
La anestesia epidural se utiliza para eliminar el dolor de las contracciones durante el trabajo de parto. Consiste en la administración de un anestésico local en la zona lumbar de la columna, lo que produce que las terminaciones nerviosas de la zona queden bloqueadas.
Es administrada por un anestesista a través de un catéter muy delgado que se introduce en la columna baja. No se elimina del todo el dolor, pues es importante que la madre sienta la contracciones para saber cuándo pujar.
Para que la anestesia epidural sea efectiva, debe administrarse en el momento adecuado (se demora un tiempo en hacer efecto). Es importante saber que como toda anestesia, puede tener efectos secundarios y presenta ciertos riesgos asociados, aunque muy poco comunes.
El uso de la anestesia debe ser una decisión de la madre comunicada con anterioridad a su médico. En la misma sala de parto también deberían consultarte acerca de su administración y infórmate acerca de lo que va sucediendo.
Sobre el dolor en la administración: aunque algunos piensan lo contrario, la administración no es dolorosa, aunque cada persona es distinta. En general, la mujer siente la aguja y un hormigueo posterior en las piernas.