La barrera de la piel del bebé
La piel es el órgano más grande del cuerpo y una de los que continúa desarrollándose después del nacimiento.[1] Tiene tres funciones primarias: la protección, la regulación y la sensación, y consta de tres capas principales – la epidermis, la dermis y el tejido graso subcutáneo.
La protección es una función clave de la barrera de una piel ya madura; actúa como defensa contra alergias, infecciones e irritaciones.[2] La epidermis de un bebé es un 20% más fina que la de un adulto, así como el estrato córneo, en este caso un 30% más fino que el de un adulto,[3] y esto aumenta la susceptibilidad a la permeabilidad y la sequedad.[4]
Es importante aconsejar a los padres para que elijan los productos correctos para la piel del bebé. Así como aquellos ingredientes que reduzcan al mínimo las condiciones de la piel como los eczemas y aquellos que preserven la función de la barrera de la piel.
La microbiota de la piel del bebé
La piel del bebé evoluciona y se desarrolla mucho durante los primeros 12 meses de vida. El estrato córneo se espesa, el pH se estabiliza, la función de barrera y la manipulación del agua cada vez son más eficaces y el microbioma y la microflora del bebé maduran.[5]
El microbioma de la piel se compone por una comunidad entera de organismos que habitan en la piel y la ayudan y protegen, contribuyendo a crear nutrientes de la piel y jugando un papel importante en la protección contra enfermedades.[6]
Fomentar el microbioma de la piel del bebé durante el primer año de vida puede ayudar a mejorar su salud. Como el microbioma es delicado y puede ser sensible al cambio, es importante que los padres cuiden la piel de una manera que no perturbe este delicado equilibrio, y que preserve y promueva el desarrollo natural del microbioma de la piel del bebé. Esto ayudará a mejorar la salud del bebé durante la infancia.[7]
Los beneficios de la vérnix caseosa
Los bebés nacen con una sustancia blanca parecida a un queso recubriendo su piel. Ésta es la vérnix caseosa, una barrera natural en forma de película protectora que se produce a partir de la semana 20 de gestación y que actúa como una capa protectora en la piel del bebé mientras está en el útero; las trazas de esta sustancia aparecen en la piel del bebé después del nacimiento.[8] A medida que se acerca la fecha de parto, la cantidad de vérnix caseosa va disminuyendo en la piel del bebé.[9]
La vérnix caseosa tiene múltiples funciones biológicas positivas que benefician a la piel del bebé recién nacido, entre ellas: propiedades hidratantes, antiinflamatorias, antioxidantes e impermeabilizantes.[8] Su propósito principal es proteger la piel del bebé ayudándolo a retener la humedad y contribuyendo a que tenga una piel suave tras el nacimiento.[10]
Explicar a los padres el papel de la vérnix caseosa asegurará que estén informados sobre sus beneficios. Se aconseja a los padres dejar la vérnix caseosa en la piel para que se absorba de forma natural, al menos, durante las primeras 24 horas, según las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), ya que maximiza los beneficios para la salud del bebé. [11]
Baño, limpieza y lavado de la piel del bebé
Muchos padres pueden sentirse intimidados ante la posibilidad de dar un baño a su bebé recién nacido por primera vez.
Tranquilizar a los padres sobre cómo bañar adecuadamente a su bebé recién nacido y explicarles el papel de la vérnix caseosa, les dará la opción de retrasar el primer baño de su bebé, saber esto les ayudará a tomar una decisión. Los padres no necesitan bañar a su bebé todos los días, en su lugar, pueden optar por lavarle la cara, el cuello, las manos y la zona íntima cuidadosamente.[12] A los recién nacidos, con bañarlos dos o tres veces por semana es suficiente. Al no bañarlos de forma tan regular, asegurarás que su piel no se seque.[13]
Los únicos limpiadores recomendados son aquellos líquidos, suaves y sin jabón, éstos siempre son preferibles a los jabones. Lo ideal es que estén formulados de manera que no alteren el pH natural de la piel, que no causen irritación en la piel ni picazón en los ojos.
Una vez que los padres salen del hospital, se dan cuenta de que consumen mucho tiempo y a veces se encuentran con la dificultad de usar gasas de algodón y agua, especialmente cuando están fuera de casa. Teniendo esto en mente, se debe advertir a los padres de que si eligen toallitas para limpiar la zona del pañal, deben comprobar siempre los ingredientes y evitar productos potencialmente peligrosos.
Se debe aconsejar a los padres de que, una vez hayan cumplido las 4 semanas, pueden usar una toallita suave y no medicada para limpiar la piel del bebé. Las toallitas WaterWipes son una buena opción de limpieza no medicada, ya que contienen los ingredientes mínimos, están hechas con un 99,9% de agua de alta pureza y una gota de extracto de fruta. Las toallitas WaterWipes son las más puras del mundo y han sido desarrolladas específicamente para ser tan suaves y puras como el algodón, la lana y el agua. Proporcionan una limpieza segura para la delicada piel del recién nacido y son tan suaves que son aptas también para bebés prematuros.
Cuidado del cordón umbilical
Cuando el bebé llega a casa por primera vez, todavía tiene el muñón del cordón umbilical. Éste se caerá entre las dos o tres primeras semanas, por lo que los padres deberían bañarlo mojando una esponja o un paño de algodón hervido, para evitar mojar demasiado el cordón.
Se debe aconsejar a los padres de cómo mantener limpio y seco el cordón umbilical y avisarles de que deben utilizar antisépticos diariamente. En 2014, un análisis de Cochrane, examinó el cuidado atópico del cordón umbilical al nacer y concluyó que los antisépticos o antibióticos no tenían ninguna ventaja sobre mantener el muñón del cordón limpio y seco.[14]
Los bebés tienen la piel vulnerable y frágil debido a que las barreras de su piel son aún inmaduras. Por lo tanto, entender cómo cuidar la piel del bebé es un aspecto importante de la crianza, que debería apoyarse en el asesoramiento práctico de los profesionales sanitarios. Esto permite a los padres tener el conocimiento y la confianza y tomar las mejores decisiones para su bebé.